Nora Coria
Escritora. Poeta. Profesora en Castellano y Literatura
Correctora literaria. Editora.
HABITANTE del MISTERIO
Bajo el cielo de Artemisa
en tierras del gran Alejandro
al final de la vía de mármol
flanqueada por rotas columnas
entre restos de templos y de casas
sin buscarnos
al pie de estatuas sin rostro
en la grandiosa biblioteca de Celso
nos hallamos.
Cavilamos -como en casa-
del sentido del origen de la vida
de la muerte de la muerte
de lo eterno del amor
de la risa de la nada.
Bajo el colosal sol de Éfeso
con pasos sigilosos -como en casa-
se me acerca invitándome caricias
y me ofrece -como siempre-
esa la clave de milenios infinitos
encriptada
en las líneas verticales de su iris
solamente a su silencio de felino
revelada.
RENACER
Wayra… Wayra... dice en voz baja una de las warmis mayores mientras arropa con tejidos de llama al pequeño que duerme a su lado,
junto al círculo de piedras donde impera el Fuego. Es que esta noche el Viento sopla fuerte en Los Andes y es necesario aplacarlo susurrando su nombre. Será el solsticio de invierno y todo volverá a nacer cuando el Sol se presente para iniciar un nuevo ciclo.
Wayra… Wayra…
Esta noche el Fuego es centro de consideración en muchos puntos de la América profunda.
Miles de ojos sostenidos en las llamas a un mismo tiempo en torno al círculo que iguala.
La luna es una exigua fuente de luz. Arde la leña, crepitan las astillas. Se intuyen cuerpos, manos, bocas.
Las miradas aprenden el encuentro entre destellos.
Wayra... Wayra...
En Lengua Madre, un Abuelo inicia la ceremonia. Su aliento vibra en el silencio, su voz añosa se agiganta transmitiendo la fuerza del “Buen vivir”. El Inti Raymi aviva en las almas la certeza de la opción.
Fragancia de sagrada coca y humo blanco de copal ascienden enlazando Tierra y Cielo.
La palabra hermano creció hacia el amanecer.
Y el Inti se manifiesta encendido. Púrpura. Naranja. Oro.
Wayra... Wayra... El Viento obstinado aún busca melodías entre espinas de cardones. Wayra... Wayra...
"Nora Coria es la voz que nos acerca y nos despierta al asombro, invitándonos a la búsqueda de algo más en la conexión desde lo urbano con la Tierra.
La Quebrada, la Puna, sus pueblos y su gente imponen su presencia desde su obra como vehículo de transformación vital. El paisaje se vuelve otro en ella y la poesía se instala en una mística de la naturaleza plena de sentidos.
La hondura de personajes que creen en el silencio llega a nosotros porque respetuosamente Nora los acerca. Personajes revelados, reveladores. El viento habla. Con silencios no escuchados en el bullicio de la ciudad y que la soledad denuncia. Y somos otros a través de la lectura porque la autora nos va llevando a ser otros. A detener el tiempo para mirarlo. A escuchar los rostros para sentir la sangre.
Escuchar la Tierra. Ésa es la voz de Nora Coria en esta obra. El día que se escuche el mensaje de la Quebrada y de tantos otros lugares que la Naturaleza nos ofrece como prodigios, el mundo se mirará a sí mismo para iniciar el lento camino de reencontrarse con la vida y lo profundo. La Tierra conmueve y Nora Coria es eso en su voz." María Héguiz, Fundadora, directora de Argentina narrada, comunidades y libros.
"Nora Coria sabe muy bien a donde va con su poesía colmada de vivencias y sentires. Alerta sus sentidos, su ser todo ante esa incomparable soledad, silencio y viento, ese perenne mensajero en la montaña que va y viene, viene y va trayéndonos el eco vivo de voces milenarias, son las voces que escuchó… Y al silencio se lo escucha con el alma, como lo hizo ella. Lúcidamente inmersos de realidad, sabores y matices, sorprende también con sus traslúcidos “poemas urbanos”, que preciosa y delicadamente narran el ser de Buenos Aires. Su poesía es como un pájaro volando al cielo de un alma. Así la siento. Es un arte mayor que provoca asombro; es esa íntima confidencia que anhela ser leída, invita a comprender para ser comprendido, eleva la sensibilidad, estimula la reflexión." Luis Melano escritor, Director de Caminata de las Quenas
"Abrir esta obra es aceptar la invitación a un viaje iniciático que la escritora Nora Coria propone al lector. Se sabe que esta experiencia cambia la perspectiva vital de quien lo realiza, pues no sólo afecta el modo de ver los acontecimientos exteriores sino que también implica un cambio interior. A partir de allí nada será igual, nunca se podrá volver a lo mismo (...); la lectura avanza fluida, se torna amena. Por momentos aparecen textos ágiles, “citadinos”, que se van intercalando con aquellos más pausados, melodiosos, con un ritmo andino." Lic. A. Foglia, en el prólogo de Versos vitales
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